Régimen común

Si eres dueño de un negocio en Colombia, seguramente has oído hablar del régimen común. Esta modalidad tributaria es una de las más utilizadas en el país y resulta indispensable para aquellos negocios que superan ciertos límites de facturación.
En este artículo te explicaremos todo lo que necesitas saber acerca del régimen común en Colombia, sus beneficios, obligaciones y requisitos para que puedas tomar una decisión informada sobre si es el régimen tributario adecuado para tu negocio. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo puede ayudarte el régimen común a crecer y consolidar tu empresa en el mercado colombiano!
¿Qué es el régimen común y cómo funciona en Colombia?
En Colombia, el régimen común es un término utilizado para referirse a un conjunto de obligaciones tributarias que deben cumplir las empresas y personas naturales que superan ciertos límites de ingresos o activos. En otras palabras, el régimen común es un sistema de tributación que se aplica a aquellos contribuyentes que no están clasificados como pequeñas empresas.
Las empresas y personas naturales que se encuentran en el régimen común deben registrarse ante la DIAN, la entidad encargada de la administración tributaria en Colombia, y presentar declaraciones de impuestos periódicas. Estas declaraciones incluyen, entre otras cosas, el impuesto sobre las ventas (IVA), el impuesto sobre la renta y complementarios, y las retenciones en la fuente.
Una de las principales características del régimen común es que las empresas y personas naturales deben facturar a sus clientes y llevar un registro detallado de sus ventas y compras. Además, deben pagar el IVA sobre sus ventas y pueden descontar el IVA pagado en sus compras. Este proceso se conoce como el sistema de crédito y débito fiscal y es fundamental para el funcionamiento del régimen común.
Otra característica del régimen común es que las empresas y personas naturales deben llevar una contabilidad detallada y presentar declaraciones de impuestos periódicas. Estas declaraciones deben incluir información sobre sus ingresos, gastos, activos y pasivos, así como sobre los impuestos que han pagado y las retenciones que han realizado.
En resumen, el régimen común es un sistema de tributación que se aplica a las empresas y personas naturales que superan ciertos límites de ingresos o activos en Colombia. Estos contribuyentes deben registrarse ante la DIAN, presentar declaraciones de impuestos periódicas y llevar una contabilidad detallada. El sistema de crédito y débito fiscal es fundamental para el funcionamiento del régimen común.
Obligaciones y responsabilidades de las empresas que pertenecen al régimen común
El régimen común es un sistema de clasificación tributaria que se aplica en Colombia a las empresas que no cumplen con los requisitos para pertenecer al régimen simplificado. Las empresas que pertenecen al régimen común tienen ciertas obligaciones y responsabilidades que deben cumplir para mantenerse al día con sus impuestos.
Las empresas que pertenecen al régimen común están obligadas a sacar el Registro Único Tributario (RUT) y a llevar una contabilidad formal. Esto significa que deben llevar un registro detallado de sus ingresos y gastos, y presentar declaraciones de impuestos de manera periódica.
Otra obligación de las empresas que pertenecen al régimen común es la de facturar todas las ventas y servicios que realicen. Las facturas deben contener información detallada sobre la empresa, el cliente, el producto o servicio vendido y el valor total de la transacción.
Además de las obligaciones mencionadas anteriormente, las empresas que pertenecen al régimen común tienen la responsabilidad de pagar impuestos de manera oportuna. Esto incluye el impuesto sobre la renta, el impuesto de industria y comercio, el impuesto al valor agregado y otros impuestos locales y nacionales.
Ventajas y desventajas de pertenecer al régimen común para una empresa
En Colombia, las empresas pueden elegir entre dos regímenes tributarios: el régimen simplificado y el régimen común. En este artículo, nos centraremos en las ventajas y desventajas de pertenecer al régimen común.
Ventajas de pertenecer al régimen común
Mayor capacidad de deducción de impuestos: Las empresas del régimen común tienen derecho a deducir el valor del IVA pagado en la compra de bienes y servicios necesarios para su actividad económica. Esto reduce el monto de impuestos a pagar y aumenta la rentabilidad de la empresa.
Mejores relaciones comerciales: Las empresas del régimen común pueden emitir facturas con IVA, lo que les da una imagen más profesional y confiable ante sus clientes y proveedores.
Acceso a créditos: Las empresas del régimen común tienen más posibilidades de obtener créditos bancarios y financieros debido a que están registradas como contribuyentes y presentan declaraciones de impuestos.
Desventajas de pertenecer al régimen común
Más trámites y obligaciones: Las empresas del régimen común deben presentar declaraciones periódicas de impuestos y cumplir con otras obligaciones formales, lo que puede generar un mayor costo en tiempo y recursos.
Mayor carga tributaria: Las empresas del régimen común deben pagar el IVA correspondiente, lo que puede aumentar significativamente la carga tributaria de la empresa.
Requiere mayor control y gestión: Las empresas del régimen común deben llevar un control riguroso de sus facturas, ingresos y gastos para cumplir con las obligaciones tributarias. Esto puede requerir una mayor gestión y control interno.
¿Cómo se calcula el impuesto a pagar en el régimen común y cuáles son sus tarifas?
El régimen común es un sistema tributario en Colombia que aplica a todas las empresas que tienen ingresos brutos iguales o superiores a 1.400 UVT (Unidades de Valor Tributario) al año. En este régimen, las empresas deben calcular y pagar el Impuesto sobre las Ventas (IVA) y el Impuesto de Industria y Comercio (ICA).
Para calcular el impuesto a pagar en el régimen común, primero se debe determinar la base gravable, es decir, el valor total de las ventas o ingresos obtenidos por la empresa en un periodo determinado. Luego, se debe aplicar la tarifa correspondiente al impuesto que se quiere calcular.
En el caso del IVA, la tarifa es del 19% sobre la base gravable. Por ejemplo, si una empresa tuvo ventas por valor de 100 millones de pesos en un mes, la base gravable sería de 100 millones y el IVA a pagar sería de 19 millones de pesos.
Por otro lado, el Impuesto de Industria y Comercio varía de acuerdo al municipio en el que se encuentre la empresa y al sector económico al que pertenezca. Cada municipio tiene su propia tarifa y puede haber diferencias entre sectores económicos. Por ejemplo, en Bogotá la tarifa general es del 1.5% para las empresas de comercio, mientras que para las empresas del sector financiero es del 4.5%.
Es importante mencionar que existen algunas exenciones y exclusiones en el régimen común, por lo que es recomendable consultar con un experto en impuestos para saber si la empresa cumple con los requisitos para aplicar estas ventajas fiscales.